Poseemos una brújula interna que resuena en nuestro interior, claro, hay que estar en armonía con uno mismo para que llegado el momento podamos conectar (muchas veces inconscientemente) o quizá, sutilmente con aquella brújula que nos indicará el camino que nos llevará a la felicidad.
Las coincidencias no existen, sería algo vago, pobre y poco creativo de parte del Universo. Yo, creo más bien en las sincronicidades. En ese cubo Rubik que encanta y desencanta en historias que se entrelazan y desarman a su debido tiempo.
Mi viaje inicia a la edad de siete años, cuando junto a mi familia visitamos la provincia de Córdoba, Argentina. En el pueblito San Marcos Sierra subimos una colina en la que había una cruz arriba, no recuerdo ni sé si aquella colina tenía nombre, solo recuerdo que disfruté cada imagen que me regaló esa subida.
Esta es la respuesta de Seba, al preguntarle dónde o por qué inicia ese interés por la montaña. Sí, hoy te compartiré una entrevista que he realizado a Sebastián Leyria, uno de mis fotógrafos favoritos quien, además, es montañista, por lo que hoy vamos a hablar de montaña y naturaleza. Pero con un ingrediente extra, una que otra reflexión inspirada en las respuestas que mi buen Seba me da.
Sebastian Leyria en volcán Llullaillaco. Provincia de Salta
Sebastián es de San Nicolás de Arroyo de la Provincia de Buenos Aires, Argentina. Lleva casi diez años realizando ascensos varios, el primero fue a sus 25 años, también en Córdoba, esta vez en el cerro Champaquí de 2790 msnm. En Argentina, para iniciarse en el montañismo, lo recomendable es arrancar con el Champaquí, dado que no tiene gran altura, pero, su trayecto es de varios kilómetros. Vendría a ser como una especie test previo a lanzarse media y alta montaña. Así que, fue el motivo por el cual me inicié en este hermoso cerro.
Cerro Champaquí, Córdoba
Y obviamente como todo en la vida es sombra luz, también me cuenta de aquellas cimas que no ha podido conquistar, como la del volcán Llullaillaco de 6739 msnm, ubicada en la provincia norteña de Salta, Argentina. A la hora de iniciar el ascenso, eran las 03 am, si bien física y mentalmente me encontraba óptimo, comencé a sufrir congelamiento en ambos pies, por lo que desistí de continuar. Cabe mencionar que por las noches las temperaturas rondaban los -25º C.
Volcán Llullaillaco, Provincia de Salta
“Reconocer y aceptar nuestras debilidades es un paso poderoso para sembrar fortaleza”.
El ascenso más difícil a nivel psicológico, el más sufrido y duro. Ha sido el volcán San Francisco en la provincia de Catamarca. Su cumbre llega a los 6016 msnm y antes de lograr llegar a su cráter a los aproximadamente 5800 msnm hay que transitar una extensa diagonal por encima de unos 1000 de longitud a 45º de inclinación. Ver esa diagonal fue un golpe a la moral.
Volcán San Francisco, Catamarca
“Perseverancia ante lo inesperado trae ricas recompensas”.
Y como dije previamente, la vida es sombra luz y ante las sombras de sus experiencias en montaña, Sebastián me recuerda algo muy importante al preguntarle sobre las sensaciones al no lograr un objetivo. Se me cruzan varias sensaciones. Puede sonar contradictorio, pero es una mezcla de frustración y satisfacción al mismo tiempo. Frustración, por no haber logrado recorrer toda la montaña y disfrutar de su vista en su punto más. Y la satisfacción me viene por haber estado ahí y que la montaña me haya dejado disfrutarla hasta donde pude o ella me permitió. La naturaleza es sabia y hay que respetarla y sentirla.
“Qué importante es aceptar en dónde estamos en relación a la búsqueda de un objetivo. No llegar a la meta en el tiempo programado no significa fracaso si no, más bien es agradecer aquello que se nos permitió recorrer”.
Hablando del trayecto y el viaje como tal, Seba puntualiza que se concentra en los paisajes que va percibiendo a medida que va ascendiendo. Mentalmente, en el esfuerzo de cada paso que da para lograr el objetivo.
“Y como siempre digo, más allá de la meta, es el recorrido y el regalo que viene incluido en cada trayecto”.
Cuando llevas tiempo practicando lo que te apasiona obviamente te vuelves experto por experiencia y para Seba lo que más destaca de su experiencia como montañista es el trabajo en equipo, la hermandad con los colegas y el amor y respeto por la naturaleza. También hace hincapié en los buenos amigos que ha conseguido en estos casi diez años en la montaña, con quienes comparten la misma pasión.
“Reconocer y apreciar a quienes van contigo o se cruzan en tu camino siempre harán tu viaje más ligero y próspero”.
En cuanto a habilidades destaca lo mental, poder de voluntad para avanzar ante la adversidad y si tu deseo es iniciarte en la montaña no olvidar que el caminar en una, se torna físicamente hostil. Y por supuesto algo de entrenamiento previo en cuanto a lo físico.
“Nada más gratificante que ser mente sobre materia”.
La montaña favorita de Seba es el cerro Champaquí, es la que le ha permitido cerrar un vínculo de fraternidad con ella. Este 2022 hizo su décimo ascenso y para Seba esta cumbre es la que le hizo ver más allá de sus límites. El ¿por qué? Porque siempre tengo esa premisa de descubrir un poquito más allá de lo que llegué a caminar y ver. Creo que el descubrir nuevas cosas, es muy enriquecedor y hace a la persona.
Cerro Champaquí, Córdoba
«Eres lo que haces y no importa dónde estés o donde llegues si te detienes a observar tu entorno de seguro encontrarás más de lo que buscas»
CONSEJOS
Si has iniciado hace poco o quieres iniciarte en el mundo de la montaña el mejor consejo de parte de este montañés es quedisfrutes de cada paso y, sobre todo, que respetes mucho a la montaña, “siempre digo que la montaña intenta echarte” me dice Seba y a mí me deja pensando. Pero antes de ir a aquello sigo con sus consejos, nos recomienda que no olvides nunca abrigo y algo para comer en tu mochila, nunca sabes qué contingencias puede haber en la montaña. Como mencionó previamente, es bueno algo de preparación física. Entreno todos los días, siempre variando de rutina, a veces, realizo algo de crossfit, otras algo de cardio y otras algo de musculación. En cuanto a dieta, no suelo llevar una dieta estricta, solo trato de comer un poco de todo equilibradamente.
“He dicho que me deja pensando el comentario de Seba acerca de la montaña intentando echarte, quienes hemos recorrido lugares agrestes bien sabemos que es así, pero a mí me gusta creer que quizá simplemente te pone a prueba para conocer tus reales intenciones, la montaña, la naturaleza, a mi modo de ver son templos energéticos y solo pocos tienen la llave para adentrarse ahí”.
El OBJETIVO
¿Qué buscas en la montaña? Colocar mi mente, cuerpo y alma en sintonía con la naturaleza. Uno tiende siempre a redimirse ante la madre tierra.
“¿Ahora te hace sentido la llave que mencioné antes?”
¿Qué te llevas de la montaña? Nuevas energías, paz y algún que otro proyecto personal como realizar la cumbre en el techo de América, el cerro Aconcagua. Fuera del montañismo, sería desarrollar más en profundidad mis habilidades como fotógrafo, son ideas y planes que en la montaña profundizo más a fondo.
“Llámese también, iluminación”.
Para ir cerrando, al preguntar sobre alguna anécdota recuerda una en el campo base del volcán Llullaillaco, a pesar del terrible frío, me pasé una noche dentro de uno de los vehículos esperando el anochecer para tomar una fotografía a las estrellas, con las carpas iluminadas por dentro. Por supuesto, podrás disfrutar de la imagen a continuación.
Campo base del volcán Llullaillaco
Si retomo la frase de Chantal Maudit al inicio de este artículo, pienso que probablemente sin saberlo a consciencia, el pequeño Seba, tuvo ese día, su primer encuentro con la felicidad.
No importa de dónde vengas, no importa a dónde vas. Sí importa, que como dijo bien mi buen Seba, te concentres en el paisaje a medida que vas avanzando y en cada paso que das para llegar a tu objetivo.
No importa si se trata de la cima de una montaña. Sí importa, cuando se trata de tus sueños, que como dijo bien mi buen Seba, seas perseverante, reconozcas y valores a los amigos que va presentando el camino, cuides tu templo (tu cuerpo) y por sobre todo, que prestes atención a esa brújula interior que te llevará a experimentar felicidad. Sí importa, amar cada pieza del cubo Rubik, tanto la cara que se arma como la que más tarde se desarma. Nunca sabemos dónde nos llevará el Universo.
Mi primer auto fue un city car Peugeot, modelo 107, petrolero, extremadamente económico, en aquella época vivía en la Isla Grande de Tierra del Fuego (IGTDF), en Porvenir y trabajaba cumpliendo funciones como Técnico en servicios de vuelo (TSV) en el aeródromo del pueblo. Por aquel entonces la ruta desde casa a mi trabajo no se encontraba pavimentada, como muchas vías dentro de la isla. Así que, tener un city car en aquel lugar no era muy recomendable. Lo simpático de este pequeño Peugeot es que tenía complejo de 4X4 y sus diminutas ruedas se agarraban muy bien a cualquier superficie. No pude pasear por todos los sitios que quise (por cuestión de tiempo) pero de que recorrimos caminos no aptos para un city car, lo hicimos, al punto que Peugeot Francia llevaba un registro exclusivo del movimiento de aquel pequeñín. La neta es que cuando en el rubro en el que te mueves suceden «impredecibles» el registro se vuelve casi una obligación, así que obviamente cuando Peugeot Francia pidió mi autorización para monitorear el comportamiento del 107 en esta bella isla fueguina no dudé en decir ¡sí, encantada!
Ya hace exactos 10 años que dejé la isla grande y podría decir que por aparente casualidad (porque creo más en las causalidades) el pasado enero (2022) mis labores me trajeron de regreso al aeródromo que tanto me enseñó, esta vez eso sí en una corta comisión de servicio donde no imaginaba toparme con esos «impredecibles» que ameritan ser registrados.
Todo comenzó con un incendio forestal en el sector Russfin en la comuna de Timaukel, producto de los fuertes vientos que aceleraron el avance de las llamas fue necesaria la ayuda extra de un grupo de aeronaves para combatirlo. Entonces poco a poco comenzaron a arribar al aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo de Punta Arenas un C130 matrícula N132CG de la empresa Coulson, dos helicópteros de la empresa Air Lama Helicopter Spa, un AS332 Super Puma matrícula OEXLP, un AS350 registro EXJTX y dos Air Tractor de la empresa SAAMA Aviación. Uno de matrícula ECLHJ versión AT802F y su variante anfibio Fire Boss de matrícula CCDFO.
AT-802 arribando al Aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo en Punta Arenas. Fotografías cortesía de @puq.aviation
La base de operaciones fue el aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo de Punta Arenas, para el caso de los Air Tractor en su versión AT802F operó realizando carguios de agua desde el aeródromo Capitán Fuentes Martínez de Porvenir, asistido por la primera compañía de bomberos del pueblo, en cuanto a su versión anfibia realizó cargas desde distintos puntos dentro de lagos y bahías en la Isla Grande de Tierra del Fuego.
Pues bien, ya comenté que los “impredecibles” ameritan registro y cuando caí en cuenta que era primera vez que operaba un Air Tractor en la zona no dudé en hacerlo, en especial cuando más tarde computando en mi interior volví a caer en cuenta en otro gran detalle. Uno de los AT802 correspondía a la versión anfibia ¡Ey, desde 1931 que no operaba un anfibio (no militar) en la región de Magallanes!
¡¿What?!
Habemus un C130, un super puma y un par de AT802, elige el de tu preferencia y volemos hacia el año 1928. Hoy tenemos viento calma, así que relájate, será un vuelo de corta duración para recordar a Günther Plushow, ex marino y piloto de la armada alemana, quien decide abandonar su carrera militar para convertirse en cronista, escritor y aventurero de la Patagonia. Siendo el primero, junto a su amigo y mecánico Ernst Dreblow en sobrevolar Tierra del Fuego y no sólo eso, sino también los primeros en documentar desde el aire con fotografías y vídeos a bordo de su hidroavión, un Heinkel HD 24 D-1313, apodado Tsingtau y conocido hasta los días de hoy como “Cóndor de Plata”. No es momento de explayarme respecto a las venturas y desventuras de Plushow, pero si amáis historias bonitas de aviación o relatos en territorios lejanos, por favor, sobrevuela nuevamente sobre esos escritos que te aseguro te dejarán con gusto a ¡Quiero otro vuelo!
Toma lugar en tu aeronave de preferencia, ajusta tu cinturón y despeguemos de regreso a nuestro presente. Repito, los impredecibles se registran, se destacan y se resaltan, así que, ¡Vamos a eso! Hoy toca hablaros de los AT802 que como les dije líneas más arriba pertenecen a la empresa SAAMA Aviación, la cual opera en territorio nacional (Chile) desde el año 2009. El AT802, con indicativo AT8T, en sus diferentes versiones tiene un MTOW (Maximum Take-Off Weight) o peso máximo para despegue de 16.000 lbs, una envergadura alar de 18,04 m, capacidad de carga de combustible de 1.438 l, pudiendo hacer cómodamente periodos de trabajo de 4 h, o incluso más antes de volver a repostar y lo más importante una capacidad de carga de agua de 3.105 l. En el caso del AT8T matrícula ECLHJ que operó en el aeródromo Fuentes Martínez, la maniobra completa entre arribo, carguío y despegue hacia la zona del incendio tomaba aproximados 10 min y durante el día realizaba entre cuatro y hasta siete vueltas completas entre el lugar del siniestro y el aeródromo.
Air Tractor repostando en el aeropuerto de Punta Arenas. Imágenes cortesía Fernando Palominos
Pues qué te parece si ahora eliges tu Air Tractor favorito (ya sabes, versión anfibia o terrestre) y volamos de una vez a conocer a nuestros pilotos estrellas quienes formaron parte del grupo de aeronaves que llegó a la zona para combatir un incendio que se tomó las portadas de la prensa local. Hoy tenemos viento calma así que habrá pista a discreción.
Con pista libre despegamos desde el umbral 21 efectuando un viraje cerrado a la izquierda para presentarles a Juan Rangel, piloto al mando del Air Tractor AT-802. Juan, es español y me cuenta que lleva en la empresa 4 años, lo cual representa 8 temporadas de incendios sumando la temporada del hemisferio norte y sur. Europa y Chile. Tuvo su primer experiencia de vuelo a los tres años y medio gracias a la afición de su padre por el aeromodelismo, desde entonces y evocando sus palabras, “esa fue la inyección, la que hizo que a día de hoy sea piloto”. A su haber posee licencia de piloto de ultraligeros, instructor de ultraligeros, piloto privado, comercial y transporte de línea aérea instrumental, multimotor y la correspondiente habilitación de tipo que se requiere para volar el Air Tractor tanto en su versión terrestre como anfibio. Recuerda su paso por Magallanes como una experiencia fantástica en especial por las condiciones meteorológicas de la zona, la cual exige mucho.
Juan Rangel durante operación carga de agua en el aeródromo Cap. Fuentes Martínez de Porvenir, Tierra del Fuego
La empresa SAAMA Aviación con sede en la ciudad de Talca y centro de operaciones en el Aeródromo de Panguilemo donde cuenta con hangar de mantenimiento opera y mantiene aeronaves en otras bases como Los Ángeles, Angol, Chillán, Boldo, Cauquenes y Talca, como así también en ocasiones a operado desde Rancagua, El Bosque, Viña del Mar y en esta oportunidad Punta Arenas tras ser licitada como siempre por CONAF.
El servicio de extinción de incendios por ende se realiza a nivel nacional, por lo que se movilizan entre distintas zonas donde sea requerido y como me cuenta Juan, mientras el incendio no sea extinguido, no habrá retorno a la base central.
Juan cuenta con experiencia en incendios forestales en España, Portugal y Chile. Ahora le suma a eso que pudo experimentar las condiciones climáticas de una zona bastante especial como lo es la Patagonia, en especial atravesar el Estrecho de Magallanes. Al preguntarle sobre alguna anécdota en el lugar, hace mención a dos, relacionadas justamente a la meteorología.
Tomando sus palabras, cabe destacar que el AT802 versión terrestre, es un avión con patín de cola; este tipo de aviones tiene un poco más de complejidad en su operación en tierra debido a la configuración del tren de aterrizaje, por lo que en un lugar donde predomina mucho viento, hay que extremar muchísimo la precaución, puesto que en cualquier momento por viento o racha de viento puede hacer que salgas de la pista.
Juan recuerda que el último período de un día, Punta Arenas Torre, al autorizarles el aterrizaje le entregan condiciones con rachas de 47 Kt, por lo que junto a su compañero (piloto del anfibio) bromeaban por frecuencia interna ya que sabían que la toma iba a ser “divertida”, pero por suerte estaba prácticamente aproado a la pista.
En otra oportunidad, llegando al aeropuerto de Punta Arenas, la visibilidad se redujo bastante y publicaron un VFR especial, pero luego también mejoró y pudo aterrizar sin problemas. Cabe destacar que el AT802 es un avión preparado e instrumentado para vuelo visual, por lo tanto hay que estar muy atento a los cambios meteorológicos en la zona. Y aquí la suscrita, da fe que la esencia de la región de Magallanes son sus constantes cambios meteorológicos.
Operación carga agua del AT802 en aeródromo Capitán Fuentes Martínez, Porvenir IGTDF
Después de sobrevolar el Estrecho de Magallanes y arribar sin novedad en la pista 25 del aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo, nos quitamos los audífonos y desabrochamos cinturones porque ha llegado momento de conocer a José Luis Domínguez, piloto del Fire Boss, el llamativo anfibio que como dije antes, desde 1931 no operaba uno en la Patagonia (exceptuando militar) Su pasión por la aviación al igual que Juan inicia desde pequeño, me cuenta que vivía cerca de un aeropuerto por lo que veía a diario las aproximaciones y él soñaba con montar uno de esos aviones algún día. Y vaya que logró ese sueño de niño, labor que conjuga junto a la de derecho, sí José Luis aparte de piloto también es abogado y ejerce ambas profesiones. Inició en el mundo de la aviación el año 1994, en la escuela de aviación estudió para piloto privado, piloto comercial, multimotor con instrumentos y teórico transporte de línea aérea. Trabajó también en fumigación agrícola y transporte de pasajeros a nivel de vuelos privados, pero me deja en claro que disfruta más volar combatiendo incendios función que inició en 1998 y practica al día de hoy. Y si hablamos sobre qué prefiere entre estar arriba del avión o detrás del escritorio la respuesta es obvia, por supuesto arriba del avión. Y a quién no, me digo yo.
José Luis Domínguez junto al AT-802 Fire Boss en el Aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo, Punta Arenas
Ha realizado operaciones de extinción de incendios en España, Suecia, Italia, Chipre, Macedonia, Portugal y Chile. Cuenta con habilitaciones de instrumento, monomotor, multimotor y por supuesto la de hidroavión o anfibio. Y es aquí donde nos detenemos y le pido que me cuente en detalle en qué consiste. En palabras simples me explica que la habilitación para anfibio consiste en aprender a cargar agua en movimiento desde un río, lago o mar por lo que se requiere entrenamiento previo y conocimientos teóricos de la propia labor de carga de agua ya que las condiciones cambiantes requieren un análisis. Por ejemplo, citando sus palabras, en una situación en que debas cargar en el mar con cierta intensidad de viento y este viento genere lo que se llama mar de fondo, sería prácticamente imposible cargar. No se debe cargar en el mar si la longitud de ola es mayor que no te permita que en el largo del flotador entren mínimo 4 olas. Es por ello la importancia del entrenamiento previo. José Luis hace hincapié que en el mar están solos y no cuentan con información extra de parte de un controlador (CTA) o técnico en servicios de vuelo (TSV), por lo cual es necesario aprender a tomar las señales del momento, de dónde viene el viento, cuál sería la mejor dirección de la pasada, etc.
En los aeropuertos hay una servidumbre que se genera alrededor de este, que es lo que hace que en la zona de seguridad no pueda haber obstáculos. En un río si viene una empresa eléctrica y cruza unos cables de un lado a otro para transportar electricidad haz de saber que eso está ahí. Es imprescindible antes de comenzar a trabajar conocer estas pautas que te permitan afrontar la realidad por lo que cuando llegas a un sitio nuevo o en el que no hayas estado hace días debes tener la precaución de hacer una revisión visual (geográfico) de la zona donde se realizará la carga por posibles obstáculos. Otro ejemplo es cuando llueve y provoca aumento de caudal en un río, suelen arrastrar troncos u objetos que pueden dañar la estructura de los flotadores, por lo que siempre se analiza la zona para ver si es seguro cargar y todo esto se aprende en un curso previo con una práctica mínima de al menos 15 horas de vuelo.
Pues nos queda clarísimo que es fundamental e imprescindible el primer vuelo de reconocimiento para hacer una operación con seguridad, inclusive, me recalca José Luis, cuando has ido a repostar y regresas haz de revisar ya que podría haber cambiado alguna condición como la dirección del viento, entonces ya no podrás entrar haciendo la misma pasada. Con el Fire Boss que pilotaba José Luis salía cargado desde Punta Arenas y como el viento es el mayor condicionante para cargar en un sitio u otro y Magallanes se caracteriza por la fluctuación de este, debía variar entre laguna Lynch, Escondida y Bahía Inútil.
Aquí os dejo un vídeo de un Fire Boss en maniobra de Scooping en el embalse Cabril en Portugal
En el caso de José Luis solo lleva dos años en la empresa y define su trabajo como a veces muy monótono y otras veces muy entretenido. La labor de un bombero del aire consiste en hacer guardia en la base a la espera de un aviso para activar el servicio de extinción de incendio, para lo cual les envían las coordenadas de este, la información de los medios aéreos que estén ya en la zona, si hay bomberos de tierra con banda aérea para contactar con ellos antes de iniciar la tarea de extinción y para el caso del anfibio, el punto de carga más cercano al incendio. Siempre se prevé que en la primera salida la aeronave salga cargada con agua para llegar a combatir el incendio lo antes posible.
Cuando hay más de tres medios aéreos se suele habilitar un avión u helicóptero de coordinación el cual hace de controlador para organizar la entrada y salida de los medios aéreos en el incendio y mantener el estándar de seguridad. El encargado o director de extinción le indicará a cada aeronave en qué flanco se quiere la descarga. Los incendios se dividen en la cola (donde inició) luego en la dirección del viento en la que corre el incendio habrá flanco derecho, flanco izquierdo y cabeza. Con esta grilla se les indica en qué sector se requieren las descargas para lo cual se comunica previamente cuando será hecha para que el personal de tierra se haga a un lado y no sea dañada con la caída del agua. Una vez que se efectúa la descarga se notifica la zona libre para darle lugar a la siguiente aeronave y aquí inicia lo que se llama el carrusel de descarga. Durante el combate de incendio para el caso de Tierra del Fuego se le dejaba espacio al C130 Coulson cada vez que llegaba al sitio del siniestro, los AT802 y helicópteros tenían zonas asignadas de forma que no intervenían evitando el conflicto de unos con otros.
No podemos olvidar que para asegurar el funcionamiento correcto de estas super maquinas cuentan con el trabajo invaluable de sus mecánicos. Son los encargados de realizar los mantenimientos luego de los períodos de actividad de la aeronaves y durante las operaciones de extinción colaboran en el carguío de combustible y están prestos a solucionar cualquier imprevisto que se presente. En esta oportunidad, Marcelo Navarrete y Juan Limones fueron los compañeros que asistieron a los AT-802 durante su estadía en la Patagonia.
José Luis nunca imaginó trabajar tan al sur y recuerda la experiencia como algo excepcional que no olvidará. Primero, por la espectacularidad inigualable y belleza de la zona. Segundo, por la dureza de las condiciones meteorológicas no importando si son vuelos de incendios, carga o pasajeros. Reconoce a quienes vuelan en la zona como grandes profesionales. Y tercero, recuerda que en las cercanías del incendio estaba lloviendo pero en el incendio no caía ni una sola gota de agua. Es algo que le impactó muchísimo, además me comenta del sentido nostálgico que significó sobrevolar el Estrecho de Magallanes, por la historia que carga el lugar, en su caso siente que lo ha dejado marcado, una por ser parte de ese granito de arena ayudando a la IGTDF para que no siguiera ardiendo y luego, cuando conversamos sobre Plushow sus vuelos en la isla grande pero allá entre 1928 y 1931 siendo el primer anfibio en la zona y ahora este Fire Boss que como dije más arriba en este artículo es el segundo (no militar) en operar en la Patagonia chilena, José Luis dice sentir un orgullo enorme y asegura que será algo que no olvidará en especial cuando se trata de un acontecimiento que no se va a desarrollar en cualquier momento.
Si quieres conocer a fondo el Fire Boss pues pásate por aquí y disfruta
Aquí otro interesante vídeo donde podrás ver la maniobra completa del Fireboss
No puedo cerrar este artículo sin mencionar que para el combate del incendio en Tierra del Fuego que inició el 25 de enero y arrasó con más de 1000 hectáreas de bosque nativo, contribuyeron en su extinción trabajando en conjunto con el personal del aeródromo de Porvenir, la Primera Compañía de Bomberos y en el aeropuerto de Punta Arenas, la Primera, Segunda, Tercera, Cuarta, Quinta, Sexta, Séptima y Octava compañías de bomberos, personal de CONAF y en situaciones específicas personal SSEI del aeropuerto.
Air Tractor estacionados en TWY E del Aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo
Registrar lo impredecible se vuelve una obligación cuando estás sumergido en aconteceres que ameritan pasar a la posterioridad. Soy plenamente consciente de la oportunidad única de haber estado presente prestando apoyo en el aeródromo Capitán Fuentes Martínez y de paso ser testigo de la operación de los AT802 por la zona. Antes de hacer el arribo definitivo debo agradecer a los bomberos de la primera compañía de Porvenir con quienes siempre hubo buena voluntad y colaboración, a Elias Chamorro, spotter de la región de Magallanes (IG puq.aviation) por el registro de la llegada de los AT802 al aeropuerto de Punta Arenas, a Fernando Palominos, especialista SSEI del aeropuerto SCCI por las imágenes y explicación de los AT802 repostando en el aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo en Punta Arenas, a Federico Martínez, administrador del canal de Youtube My Scooping Journey por los maravillosos vídeos ilustrativos y por último por la buena disposición y valioso tiempo que me cedieron para concretar este artículo a Juan Rangel y José Luis Domínguez, especial gratitud y aprecio por permitir retratarlos en mi bella Patagonia haciendo lo que amamos.
Me quedo perdida entre paredes, descubro que son dimensiones. Veo a mi padre y hermano hablar entre ellos pero se encuentran en espacios y tiempos distantes…aún así hay lógica en su charla, mientras uno parece retroceder el otro avanza, pero sin embargo ambos ahora están en un mismo presente.
La luz es escasa, un efímero rayo anaranjado atraviesa de techo a piso una esquina de la habitación a modo de señal que el Eterno siempre está detrás de todo…aparece un niño desde una puerta que resultó estar camuflada en estos espacios donde el tiempo circunnavega. El pequeño mira a mi padre con alegría, con esperanza, sabiendo que ha llegado a su refugio…mi hermano desaparece de escena. El muñeco trae un cuaderno entre las manos, es una libreta. Mi padre la recibe cuando se la estira entre sus tiernas manitos…la abre, la hojea y en ella descubre palabras simples. Estaba esperando este encuentro papá, abuelo, hijo, se dijeron al unísono.
Somos todos ellos de los círculos dentro de otros círculos. Conoces bien la mecánica de esto, pero nos gusta jugar a olvidarlo, a partir de cero para vivir la magia del reencuentro.
Días atrás rebuscando información referente al topónimo (nombre propio de un lugar) en este caso, Patagonia, me topé con un estudio de la lingüista e investigadora de idiomas indígenas, Mary Ritchie Key (1924-2003) que se me hizo no sólo interesante, sino también altamente importante para no compartirlo, así que aquí les dejo una nueva visión y creo que muy acertada interpretación del real significado del porqué Patagonia.
El documento en cuestión menciona a los grupos de Indios americanos que habitaban la Patagonia: Tehuelches, Onas, Haush, Chonos, Kawéskar y Yámanas, haciendo especial énfasis de lo erróneo que fueron interpretados en la historia. Bueno, de esto creo que cada vez se deja ver más y más evidencia que nos permite entender quiénes eran realmente estos dizque pueblos primitivos. Una pequeña frase de Mary a lo largo de su estudio invita a sumergirse en sus líneas a la hora de querer entender el real significado de la palabra Patagonia, «…el rico saber de los indios…» y si alguien pudo enterarse y acceder a todo ese tesoro de ideas y forma de ver el mundo fue el misionero inglés Thomas Bridges.
Si no tienes idea de quién carajos fue ese tal Thomas Bridges, pues que sólo os diré que fue el primer hombre blanco en vivir en Tierra del Fuego y el primero y único en escribir «El Diccionario del Yagan», obra que incluye más de treinta mil vocablos. Pues si ahora se te antoja sumergirte en su interesante vida, haga lo suyo y dedícale un poco de esos minutos que regalas a Tic Toc, Instagram y demases para indagar sobre este pulento personaje que a mi parecer hizo, más que historia.
Retomo la idea inicial y continuo, porque ahora se viene lo bueno y cabe mencionarlo también, lo bello de todo esto. Mary Ritchie, durante su investigación dio con la X (esa que siempre marca el lugar) al notar que, cito textual: «Bridges utilizó una disposición poco usual en la recopilación de su diccionario, y es que no está escrito en orden alfabético». ¡Anda la osa! Espero esa sea tu expresión.
Antes de proseguir con tanta belleza que nos dejó el descubrimiento de Mary, es bueno recordar dos aspectos de la vida del gran Bridges. Primero, hacer mención a que Thomas Bridges fue adoptado por el pastor George Despard quien estuvo a cargo de la misión anglicana en las Islas Malvinas. Y segundo, Thomas tenía la edad de trece años cuando inició vida nueva en este lado del mundo por lo que llegó a mezclarse y convivir con los indígenas a tal punto que aprendió muy bien su idioma y (ponga atención aquí) su forma de pensartambién.
Ya aclarado lo anterior, prosigo. Mary descubre en el diccionario de Thomas que los morfemas que forman una palabra, pueden encontrarse en varias partes del mismo. Quizás y espero así sea, te estés preguntando -¡¿Qué carajos quiere decir esto?!- Bueno, nada más significa que una palabra forma parte de otras palabras. Bridges estaba tan bien informado de la vida de los indígenas que pudo agrupar morfemas en conjuntos que reflejaban el modo en que los yaganes miraban el mundo. Ahora en texto claro para que no pierdas el hilo… Los Yaganes, usaban una palabra para denominar o expresar algo en base al uso de esta. Por ejemplo, si un Yagan mencionaba la palabra mar, el término que usaría para referirse al mar dependería si este se encontraba en la playa o sobre una canoa en la mitad de dicho mar. De modo que, referirse a algo implicaba mucho de la ubicación donde se hallaba el hablante. Me atrevería a decir que los Yaganes tenían una percepción a niveles muy superiores del mundo y su interacción con el.
Teniendo claro toda la previa anterior te llevaré a la guinda de esta torta para presentarte aquellas palabras que Mary encontró hacían referencia a Patagonia.
Página 99: < u-patagön-a > ‘Ampliar, ensanchar. …Estirar, como cuando una persona estira sus brazos, alas, chaleco, etc. …’.
Página 211: < kupata-gu-möni > ‘Ir hacia (un lugar) y ampliar, o estirar los brazos’.
Página 372: < patag-önia > ‘Para referirse a cualquier cosa o superficie ancha; …’.
Página 555: < tupatag-öna > ‘Extender, abrir hacia fuera, …’.
Las que listo a continuación son las que yo encontré haciendo una búsqueda algo expedita en el diccionario ya mencionado.
Páginas 39, 92, 115, 128, 130, 175, 186, 190, 197, 202, 255, 286, 290, 310, 326, 327 y 335: < pata > ‘Hacer, subir, partir, la cresta de cualquier montaña, tirar, cruzar tierra, dejar el hábito de tener miedo. Ponerse a la vista desde el sur. Flotar como plumas en un viento fuerte. Algo que se acaba, lo último;…’
Páginas 33, 49, 50, 74, 202, 233 y 308: < onia > ‘Hacer cualquier cosa con suavidad. Estar de costado al viento. Abertura. Hacerse amplio, extendido. Mostrar, hacer ver. Intentar, ir juntos en compañía;…’
Entonces, qué dicen ¿nos comemos la guinda? ¡Bien, bon apettit! Si debiera definir Patagonia de acuerdo a como lo vivían los yaganes podría decir que es un lugar muy amplio que se expande a medida que te sumerges en el y te invita a abrir los brazos para sentirte parte de su inmensidad. Ese lugar que por su grandeza sobrecoge al punto que asusta, pero que al mismo tiempo te motiva a enfrentar ese miedo y qué mejor si lo haces en compañía. Quien ha estado en la Patagonia intuyo sabrá bien a lo que me refiero. La magia de estas tierras cubiertas de vientos y bajas temperaturas causan esa sensación de asombro, admiración y amor instantáneo que genera esas ganas de expresar afecto envolviendolo todo en un abrazo. Y siempre, siempre, siempre al ir hacia las montañas no solo descubrirás que efectivamente todo se irá haciendo más ancho a la vista, si no también en tu interior.
Para terminar, qué opinas tú, ¿crees que los blancos eran los civilizados en comparación a los «supuestos» pueblos primitivos? Si te gustó, comenta, comparte e ilumina.
Vivir en una isla no es para cualquiera mucho menos el vivir solo en una isla. Tiene que gustarte la soledad, saber saborear de ese disfrute que significa estar contigo mismo porque la soledad te lleva a refugiarte en tu interior, más aún cuando la conectividad y la tecnología no están presentes. Cuando callas el ruido externo se agudiza sin querer el oído y comienzas un viaje sin retorno a descubrirte y re descubrir tu verdadero ser. No creo que exista un prototipo de persona con intereses y gustos etiquetados para enmarcarla en un entorno solitario. Sólo creo que por sobre todo debes tener coraje para conocerte. Porque sí creo que aquellos que le temen a la soledad es porque temen descubrir quienes son en realidad.
Camino a la plataforma con vista al islote Santa Clara. Sector Punta de Isla en Robinson Crusoe.
La conexión interna te lleva a darle sabores y significados nuevos a lo estandarizado por la sociedad que a mi modo de ver te guía por un camino más que demarcado donde la aventura se torna repetitiva y peligrosa. Por eso amo la oportunidad de experimentar soledad ya que terminas envuelto en vivencias que conllevan a reinterpretar ciertos conceptos.
Recuerdo mi experiencia en la Isla Robinson Crusoe donde me quedaba a solas los fines de semana en el Sector de Punta Isla. Más allá de experimentar tantos momentos de soledad, que creanme, oportunidad que tenía para salir a caminar la aprovechaba porque disfruto del contacto con la naturaleza y lo agreste, se tornó natural buscar mi momento diario a solas dentro de toda la soledad (¡Ja, qué redundante soledad!) En fin, mi momento íntimo lo encontraba en el sector del monumento «La espera desde el muelle», una plataforma con esculturas de yeso que representan a las mujeres que se quedan a la espera de sus esposos que se lanzan a la mar y a los hijos que parten al continente a estudiar. Mi ritual era allegarme a este lugar con mi libro de turno o en su defecto con mis audifonos pero eso sí, no podía estar ausente mi infaltable mate. En este lugar me sentaba con vista al sur principalmente, porque aparte de apreciar la belleza única del islote Santa Clara que me enamoró desde el instante en que lo vi, esta era la dirección exacta donde se encontraba todo lo que amo. Mi familia y amigos en la Patagonia. Aquí es donde le daría nuevo sentido al término «nostalgia» que si bien es cierto refiere a un sentimiento de pena o ausencia terminé aceptando que en realidad esa nostalgia estaba llena de dulzura y alegría. El circuito era completo o más bien se sellaba al estar a solas de este lado de la isla saboreando amargos mientras contemplaba la bella Santa Clara y el infinito sur del mundo.
Monumento en yeso, La Espera Desde El Muelle. Sector Punta de Isla. Isla Robinson Crusoe.
Es increíble como un sorbo de yerba cálida puede provocar sensaciones varias de felicidad, es como viajar en el espacio tiempo. Sí, el simple sorbo era el interruptor que conectaba mi aparente soledad con todo mi mundo de amor y seguridad. Era el momento de estar en casa, mi momento de recargar energías.
Sobre la plataforma del monumento mirando al islote Santa Clara y disfrutando de los amargos
Tiempo después de haber estado en esa mágica isla, terminé dándome cuenta que el monumento «la espera desde el muelle» se convirtió en mi espera personal diaria (mientras estuve en la isla) donde buscaba ese momento para conectar mi pasado con mi presente navegando a mi interior en busca de mi verdadero yo.
Y resulta anecdótico redescubrirme hoy en algún rinconcito de la Patagonia tomando mate y sintiendo esa nostalgia por la isla bonita.
Colaboración para mis amigos de Tierra del Fuego Store ¡Nos vemos entre mates y montañas!
(NOTA: Dale acento argentino para que conectes al 100% con la prosa)
Antaño calentábamos la pava.
Hoy movemos una palanquita y ponemos a hervir la pava eléctrica. Y si tenés guita te hacés de una pava más moderna de esas que podés seleccionar la temperatura.
Antaño tenías que cargar con la pava para compartir unos ricos mates con la familia, los amigos y los recién llegados. Lo común era un círculo alrededor de la mesa y si era invierno pues cercaban la estufa a leña.
Hoy, nos llevamos el agua caliente en un termo por lo que cambiamos la casa por los parques, plazoletas, playas, montañas y donde a vos se te ocurra.
Hoy, las yerbas vienen en sabores. Como las amistades, algunas dulces otras más agrias..pero si no las probás no te enterás. Hay quienes se aferran a lo clásico y los que por ventura prueban de todos los gustos…así como un abejorro volando de flor en flor.
Antaño cargábamos con un solo mate y lo compartíamos entre todos, nuestro plus era hacer sonar el último sorbo dejando en claro que ese mate estaba bueno.
Hoy con la nueva normalidad cada uno carga con su matero y cada vez son menos los que sorbetean con resonancia el último trago. ¡Pónele con ganas! Les digo «cho». Que se note que ese mate estaba bueno.
Irene se ha dado cuenta que los sucesos acontecen nuevamente, creando un círculo de eventos con sus emociones que antaño flameaban en señal de un pacto con sabor a eterno. Lo diferente de esta vez es que el circulo de eventos con sus emociones giran y giran a grandes velocidades (sin que Irene fuese capaz de percibirlo, hasta hoy) finalmente genera un estallido exponiendo caretas y falsas intenciones. Este es el instante preciso donde asimila que la flama se extingue.
El circulo se expande y contrae al mismo tiempo que va percibiendo como el fuego se va apagando. Si alguna vez Irene creyó ver luciérnagas a su alrededor ahora entiende que sólo fueron destellos de una vieja linterna. Juzgó erróneamente una imagen que creyó libre de filtros y retoques que al ir dándole consciencia le corroen tal cual un veneno buscando cubrir todo con cruel frialdad.
El fuego se va apagando mientras el círculo se expande y contrae al mismo tiempo. El telón se está cerrando para dar termino a la obra con el final que ella ha conocido siempre, entonces se abalanza sobre las cortinas que hacen de telón queriendo seguir ahí en el escenario con la intención de salir del círculo para romper el ciclo y así cambiar su historia.
Irene necesita encontrar el antídoto contra el veneno que la corroe desde dentro por lo que en su soledad navega hacia su centro en busca de la triaca que evaporará el tóxico que ha venido a instalarse sin invitación. ¿Cuánto tiempo pierde el hombre? Se pregunta, que sumergido en sus deseos vanos genera historias tristes repetidamente. Al fin ha hecho consciencia en su propia imagen, en las caretas que sin asimilarlo ella portaba. Irene ha dado así con el antídoto y no solo eso, Irene ha conseguido romper el círculo al seguir su propio camino y por vez primera escucha no un susurro sino el canto de su alma que a voz en grito le repite «vuelve a mi, no sigas perdiendo, te toca ganar ahora, ahora, ahora».
El fuego se va apagando y el circulo se expande y contrae al mismo tiempo. Semillas germinan inesperadamente bajo sus pies, los brotes se dejan ver. No deja de escuchar el canto de un coro de energías repitiendo «vuelve a mi», entonces les cede el paso y persigue esa melodía dejando tras de sí el circulo donde antaño sin saberlo se encontraba.
El círculo se expande y contrae al mismo tiempo que va sintiendo cómo el fuego se va apagando. Se va apagando…
Si me conoces seguramente te estarás preguntando si acaso es broma el título de este post o si me he golpeado duro en la cabeza por atreverme a escribir o expresar algo así. Y para quienes no me conocéis, os comento que dentro de mis preferencias musicales el reggaetón está por el tope de mi lista pero cuando la vez del revés. Pero no he venido hoy a platicar de música o gustos musicales, al menos no directamente. Más bien quiero compartiros una reflexión que surgió hace unos días atrás luego que la frase que titula este post llamara mi atención dentro de la letra de un reggaetón que sonaba en el mismo espacio/tiempo donde me encontraba.
Todo surgió con la famosa frase y mi pregunta ¿Dios bendice el reggaetón? Y mi respuesta inmediata fue, sí, claro que sí, porque Dios es AMOR y está en todo. Entonces mis neuronas muy veloces y entusiasmadas con esta importantísima navegación en mi corteza cerebral motivada más bien por un reflejo espiritual (siempre intento que sea lo espiritual ante lo físico) me hizo caer en cuenta que alguna de las canciones que me han dedicado son de este género, lo cual no me incomoda y más bien me hace bastante gracia, como así también descubrir que muchas veces cuando conozco a alguien se esfuerza en extremo por tener gustos similares a los míos e incluso niega o esconde su real interés en lo que realmente disfruta, como por ejemplo este tipo de música.
Creo que nunca lo he dicho pero valoro el gesto, aunque lo cierto es que no hace falta ni mucho menos es necesario. Tendemos a creer que la persona que nos interesa debe tener los mismos gustos, sueños y similitudes nuestras. El tiempo me ha demostrado una y otra vez que eso es mero complemento, sólo complemento. Ahora mismo mi idea no es hablar de relaciones perfectas, parejas y amor, eso lo dejaré para algo más extenso en otro espacio/tiempo.
Y más allá del mensajito obvio y cliché acerca de ser verdaderos, si algo valoro detrás de esta autenticidad y sinceridad en una persona es recordarla más tarde justamente por aquello que no tiene en común conmigo, al menos para mí es magia, la fuerza gravitacional que llevará a esbozar una sonrisa interna y externa al mismo tiempo porque la simplicidad de tu autenticidad es lo que finalmente enamora.
Lo dijo Isaac Newton «la naturaleza se complace con la simplicidad» así que dejemos de lado los esfuerzos en ponernos caretas o ser artificiales. Abraza tu originalidad y deja que la naturaleza se complazca de ti.
Mantengo mi certeza que seguramente habrá alguien que por efecto gravitacional esboza sonrisas internas y externas cada vez que suena Hans Zimmer.
La vida comienza en blanco y negro, cuando sos chiquito todo lo ves simple y sólo te interesan: comer, echar fuera tus desperdicios, dormir y llorar para volver a repetir el proceso. Luego, vas creciendo y ese mundito de líneas y blanco y negro toma ciertos tonos grises para llegar a los tonos pasteles. Es que comenzaste a ir al colegio y te enseñaron las letras, los números y pendejadas varias. Estás aprendiendo que había mucho más que llorar, comer y echar fuera. Descubres que hay todo un regimiento de chiquitos y chiquitas iguales a ti y lo mejor de esto, es que podes interactuar con ellos.
Pasan los años y tus colores cambian, están sólidos. Ya sientes que puedes ser dueño y amo del mundo y la verdad es que recién estás terminando la prepa para irte a las ligas mayores. La universidad. ¡Hostias tío! Qué según tú ya dejaste los colores básicos hace rato, ya aprendiste a mezclar el azul con el amarillo, blanco y rojo, e incluso el amarillo con negro y pizcas de rojo y azul. Pero, lo cierto es que esta sucesión de colores recién comienza. No te das ni cuenta cuando sales al mundo laboral, ese que llaman el mundo real y la carta de colores se amplia y descubres que el blanco tan único y puro tiene toda una gama de derivados. Pues resulta que de aquí en adelante ya te emparejaste conllevando a un descubrimiento nuevo de colores de los que aunque te advirtieron en el camino, vos sientes que ninguno de tus amigos realmente lo hizo. Incluso a ratos crees que la vida se torna de grafito y se ve todo gris, pero luego de bancarte lo que parecían malas decisiones entiendes que es cuestión de echarle ganas y creerte el cuento. Ya pasamos la etapa donde nuestras inseguridades nos hacían andar con la goma a cuestas para poder corregir el trazo que no nos gustaba. Ahora, más venturosos ante nuestros colores dibujamos previamente con pasta o tinta y para los realmente valientes, ya van ocupando plumón marcador sin asco, sin miedo con todo tipo de colores.
Y resulta que así es la vida, va de líneas en blanco y negro a los colores. Y saben qué, yo creo que esos momentos únicos donde la embarramos, tal vez, sean colores fosforescentes que sólo dicen: “ey, tranquilo, que si la jodes o viviste un chascarro pues que se note” con el tiempo seguro será motivo de risas.
Deja fluir los colores, y persigue la carta completa, porque muchos se enamoran del grafito, otros se quedan con la pasta o la tinta y ni siquiera saben que hoy en día no se trata sólo de azul, rojo y negro. Agarra ese plumón y traza líneas nuevas, de colores diversos y dispersa todo, que los colores se mezclen y hagan más colores…
Me gustas, me dijo. Y guardé silencio mientras flotaban en mi mente todas aquellas cosas que a mí me gustaban, como los atardeceres en rojo, o los amaneceres que parece son mucho menos vistos porque el caos y la prisa controlan todo durante las mañanas. Como los restos de naufragios que guardan mil historias de almas que vivieron antaño. Como me gusta un niño que sostiene mi mirada y la sella con su sonrisa. Como un grupo de ciclistas o motoqueros cargados de morrales, seguro traen muchos kilómetros llenos de anécdotas a su haber. Como la voz melosa de Savoretti. Como cada una de las dieciocho piezas del chocolate Lindor Lindt. Como la belleza única de los faros. Como el último libro que cargo en mi mochila. Como cuando el gomero crece más de la cuenta cada vez que me ausento de casa. Como cuando disfruto de la comida de mi madre. Como me gustan las barbas o un cabello desordenado. Como cada trayecto recorrido en los trekking. Como las conversaciones profundas, en especial con aquellas personas que jamás pensaste hablar. Como andar descalza en la comodidad de mi hogar. Como ese árbol solitario en mitad de la ruta negra. Como el viejo muelle al norte, que guarda recuerdos de valerosos hombres como Sir Shackleton. Como el choripan y su leche con plátano. Como el reencuentro y abrazo con aquella persona que no veías hace años. Como cuando fluye un cuento. Como cuando el parquímetro te piropea. Como cuando el empaquetador del supermercado te abraza. Como cuando al fin entiendes algo que parecía escrito en lengua muerta. Como las piedras que me hablan en el camino.
Él, no dijo nada más, guardo silencio cargado de sorpresa obvia porque le faltaba todo el resto de la pintura que se dibujaba en mi cabeza. Aquella donde todo el listado de los «me gustas» tenían una causa en común para mí, ser conexiones con la Luz, ser mi línea directa con el Creador. La pregunta que nacía entonces era, ¿él me gustaba cómo me gusta todo aquello que me conecta al Creador? Y la respuesta fluyo sin demoras en mi interior. Ahora yo guardaba silencio procurando no dañar su ego que una vez más buscaba ponerse por sobre mi, con la diferencia que en esta ocasión supe dejar atrás.