TESOROS

Es probable que no tengas la más remota idea de dónde queda la Isla Robinson Crusoe y seguramente si alguna vez haz escuchado hablar de ella, sea por el tsunami del año 2010 y por el accidente del Casa 212 de la fuerza aérea donde fallecieron más de veinte personas entre ellos el reconocido conductor de televisión, Felipe Camiroaga. Sin querer restarle la importancia que merecen ambos acontecimientos creo que es momento de ampliar tus ideas respecto a este mágico lugar. En primer lugar, ten presente que se trata de un archipiélago que pertenece a la República de Chile y se compone de las islas Robinson Crusoe, Santa Clara y Selkirk.

Me aventuro a decir que fue destino predilecto de piratas, corsarios, bucaneros y filibusteros que por allá antes del mil setecientos surcaban los mares del Pacífico cargados de joyas y piedras preciosas. Dado su particular característica de cuevas y cavernas que por doquier abunda en la isla, hacen de este lugar el idóneo para ocultar tesoros. Cientos de años han pasado y es probable que así como yo, muchos que me han antecedido por el paso de este asombroso lugar, se hayan preguntado si acaso es cierto, si es probable, que haya al menos un tesoro escondido en algún rincón oculto de este pequeño terreno en mitad del mar.

Durante mi permanencia en la isla, cada vez que el tiempo lo permite, con esto me refiero al reloj estando a mi favor, aprovecho la ocasión para recorrer algún nuevo escondrijo. Inicialmente me dedico a subir cerros. En la Punta, el sector donde me encuentro, se caracteriza por su paisaje desértico y tierras rojas, fuera de las instalaciones del aeródromo, donde me alojo, sólo existe un refugio del otro lado de la pista de aterrizaje y pertenece a CONAF, justo aquí está el ingreso al Parque Nacional Archipiélago de Juan Fernández. El paisaje es más bien plano, salvo por tres cerros que engalanan el lugar. Hasta ahora poco puedo averiguar si estos cerros tienen nombres, por los que los llamaré a mi gusto. Al del norte lo bautizaré Cerro Cuarzo, al del sureste Cerro Solano y al del noroeste el Cerro Ilusión.

Estar incomunicada es uno de los regalos más grandes que puedas tener en una época cargada de conectividad, así que si no eres preso de la televisión, la naturaleza se convierte rápidamente en tu mejor compañero. Llevo seis días aquí, saboreando poco a poco la Isla y hoy al caminar con destino al cerro Ilusión, al cual he llamado así porque fue por donde viró el Casa 212 intentando hacer una nueva aproximación para nunca más volverse a ver, manteniendo la ilusión de quienes se encontraban a la espera de su arribo. Me siento en la cima a admirar el océano que me envuelve, luego de haber garabateado en mi libreta frases que pretendo llevar a cuentos a posteriori inicio el descenso tropezando una y otra vez con rocas y piedras que caen libremente a mi paso.

Caminar en la isla a ratos resulta dificultoso debido a lo blando del terreno, el primer consejo que me dieron al llegar aquí fue «aléjate de las orillas, todo se derrumba», días  más tarde subiendo el cerro Solano compruebo nuevamente que así es y aquí el ascenso se complica porque el viento sale a tu encuentro a mitad de camino acompañándote hasta la cima donde te envuelve por completo en un abrazo de bienvenida, por cierto, debido a esta característica lo he llamado Solano. Por la intensidad del viento arrachado decido descender a un punto menos eufórico para poder sentarme a contemplar la belleza del famoso Yunke que con su poco más de novecientos metros me emboba, en este cerro cargadito al frío se genera el escenario perfecto para invitar al mate hacerse partícipe de la ocasión, todo se corona con buena música. A mi regreso a mi nueva residencia encontraré más piedras en el camino, el instinto me lleva a coger varias que irán a parar más tarde a una de las repisas de mi dormitorio.

Fue el día primero de enero, justo después de tomarme una siesta sobre el cerro Cuarzo que me percaté de aquello que no había sopesado hasta este momento. De los tres cerros fue el más difícil de subir, el terreno es en extremo blando provocando que retroceda constante en vez de avanzar, seguramente fue de los días más calurosos durante mi estadía en la isla, el viento era calmo, ni siquiera una brisa que acaricie el ambiente está presente, parece que el mundo se ausentó en este pequeño punto del globo. Este día no llegan vuelos a la isla por lo que me encuentro completamente sola, por un momento decido dejar a un lado la música para abrazar esta soledad que se hace dulce, me recuesto en la cima mirando el cielo, es completamente azul oscuro intenso, debido a la ausencia de nubes trazo con mis dedos letras imaginarias, en realidad escribo los nombres de quienes le dan sentido a mis días, a quienes amo y deseo estuvieran ahí conmigo. Los tábanos no demoran en aparecer, su sonido y persistencia a mi alrededor provocan que ceda con reticencia a mi verdadero sentir respecto a esta non grata compañía, me escudo con mi cortaviento cediendo a los brazos de Morfeo y es durante la búsqueda de confort que descubro bajo mi espalda piedras de cuarzo. La sonrisa se manifiesta en mis labios junto con una expresión de gratitud, la isla me regalonea a diario, entonces caigo en cuenta que llevo días pisando no sólo tierra blanda de un color caoba único, las piedras y rocas volcánicas se encuentran por doquier, es cierto que ya poseo mi propia colección, salvo que es ahora que descubro que estas son las joyas que yo busco y estoy rodeada de ellas. Con vehemencia declaro que he encontrado un «tesoro» en Robinson Crusoe.

Publicado por ckarem

Escritora, amante de la fotografía y la buena música (Hans Zimmer encabeza la lista). Fan del séptimo arte. Tengo dos violonchelos apodados Tars y Case en honor a los robot de Interstellar, película de Christhopher Nolan (mi director favorito). Amo los detalles, los símbolos y todo aquello que puedas darle más de una lectura. Certeza, unicidad, amor incondicional e intuición son parte del inicio de mi camino espiritual.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: