Abracadabra es mi caja de tesoros, ahí donde guardo fotografías, música, películas, momentos y en especial todos aquellos relatos que terminan convirtiéndose en cuentos.
En mi mundo las fotos las cuelgo en paredes o mi refrigerador, los escritos en agendas, hojas sueltas, servilletas o lo que venga.
Colecciono postales que intercambio con personas de todas partes, las cuelgo en la pared. Así como adornos que me han hecho llegar amigos o conocidos de sus viajes al extranjero.
Colecciono agendas, no tengo tantas como quisiera, porque controlo mi impulso al querer llevármelas todas al entrar a una librería y/o papelería. Algunas las destino a mis trekking, otras a estudios varios y por supuesto muchas las lleno de ideas varias que asoman desde mi interior.
Colecciono lápices, obvio, agendas y lápices van de la mano. Antes tenía la manía de gastarlos uno a uno, ahora los uso como vengan, disfruto escribir en distintos colores.
Colecciono búhos. Aún no puedo dar una explicación del por qué lo hago, sólo sé que me atraen, así de simple.
Colecciono plumas de pájaros, en especial de todas aquellas que extrañamente llegan a mi puerta.
Colecciono piedras de los sitios que visito. Siempre que he cogido una piedra, se la pido antes a la madre tierra, le aviso que agradezco el tiempo que esperó por mí para llevarme lo que considero estaba destinado a acompañarme.
Colecciono figuras de cellos o personas tocando el violonchelo, simplemente porque soy fan del instrumento.
Colecciono las estampillas de compras e intercambio de cartas procedentes del extranjero.
Colecciono cuentos, muchos que tal vez por íntimos jamás verán la luz.
Faros, no puedo decir que los colecciono porque no poseo en cantidad, en realidad me causan más que admiración, placer debería decir. El aura y significado de los faros, esa luz en medio de la nada iluminando y guiando. Es un concepto realmente hermoso. Creo que más que coleccionarlos me encanta visitarlos.
ABRACADABRA 